
También podemos ver como miembros de Greenpeace prácticamente se amarran a las ballenas para que estas no sean asesinadas. En Chile, el movimiento se ha comenzado a hacer escuchar. A lo menos una vez por semana la Casa Central de la Universidad Católica es blanco de una protesta en donde jóvenes provistos de carteles, delantales característicos de científicos y megáfonos, gritan en contra del bioterio, en donde “en nombre de la ciencia, se torturan animales” según señalan los manifestantes.
Dicha situación ya es parte del panorama común de Portugal con Marcoleta a lo que se agrega las manchas de pintura roja de la entrada de esta casa de estudios que emulan muy certeramente sangre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario